cuentasMesa de trabajo 3 copia 13

2023-01-10 18:12:12 By : Mr. Spring Shao

El SEAT León es uno de los autos más importantes de la marca española. Lanzado en 1999, en sus tres generaciones pasadas comercializó más de 2,2 millones de unidades. Esta nueva generación tiene la tarea de acercarse a un público más joven (de edad y de espíritu), ya sea por sus líneas de diseño más afiladas y su interior más tecnológico.

Además, el León, por ser un auto del Grupo Volkswagen, viene a ocupar el espacio que deja el Golf, modelo que en su octava generación se quedará solo en Europa. Solo en algunos mercados se comercializarán las versiones GTI y R. Lo bueno es que este León es técnicamente un Golf, porque usa la nueva plataforma de la marca (MQB Evo), motores muy eficientes y hasta el interior tiene algunos detalles muy interesantes y de calidad.

Partiendo con el tamaño, este nuevo León es más largo que la generación pasada. Creció en 86 mm, 50 mm de estos, entre los ejes. Pero es 16 mm más angosto y 3 mm más bajo. Obviamente las medidas de alto y ancho son modificaciones marginales, pero las de largo se notan bastante.

Si nos quedamos en la familia, es milimétricamente más largo que el Škoda Scala, otro modelo muy parecido al León y que también podría ser un reemplazo más racional para los "viudos del Golf". El nuevo Peugeot 308, el cual será su principal rival, es más ancho y ostenta un maletero similar de 384 litros. Otro auto similar es el Mazda 3, más largo (4,46 m) pero con un maletero mucho más pequeño: 305 litros.

Si se trata de espacio de carga, el maletero es profundo, se abre manipulando la insignia de SEAT y no hubiese sido malo que por el precio tuviera apertura automática. Los asientos son divisibles (incluyendo una compuerta en el centro) y tiene una rueda de repuesto provisoria.

Por el lado del diseño, SEAT está trabajando durísimo en homologar una linea de diseño. Los autos de Martorell tuvieron un periodo de transición, pero hoy ya es patente el lenguaje de diseño para todos los modelos de nueva generación de la marca. El León en ese sentido se acerca bastante al Tarraco y a otros autos de Cupra (la submarca deportiva de SEAT), con un frontal menos cuneiforme y más recto, con una parrilla hexagonal y focos (Full LED con neblineros) con un diseño triangular muy llamativo, puesto que la luz LED de uso diurno también hace de intermitente.

De perfil trata de mantener un poco la vibra del modelo anterior, pero más refinado. Esto se recalca mucho más en el modelo FR con las llantas bitono de 18, los espejos con carcasas mate y el acento cromado en las ventanas. Muy atractiva es la linea de carácter que se desvanece hacia los pasos de rueda traseros para dar una ilusión de anchura. Son sutilezas, pero suficientes para desmarcar al León de sus hermanos más racionales como el Golf o el Scala. 

Lo más atractivo está atrás, con luces de diseño triangular y que recorren el portalón. Estas tienen encendido secuencial y de noche llaman la atención. También está la nueva tipografía de SEAT con el logo León escrito con letra manuscrita. Finalizan el conjunto el spoiler superior, la antena en el techo tipo aleta y dos salidas de escape que en realidad no son salidas, porque son falsas y por supuesto que estoy muy en contra de aquello.

En resumen, es un auto que logra equilibrar lo sobrio, con un poco de aderezo español (la parte más pasional) y algunos toques deportivos de buen gusto: o sea elegante.

El mismo tenor elegante del exterior, lo vemos aquí en el interior, donde además nos encontramos con toda la experiencia nueva que ofrecen los autos del Grupo VAG de nueva generación. Esto se nota en detalles como las luces de bienvenida, el plafón con luces táctiles o el comando táctil para el sunroof (no alcanza a ser panorámico, pero es grande), o el reemplazo de la clásica perilla giratoria para las luces por un comando con botones. Para que hablar del selector de la caja automática que ahora es un switch (al estilo Citroën C4). Los materiales y el armado son de buena calidad, pero el ambiente es quizás un poco monocromático... bueno, como todo lo que se vende en Chile. Pero si me preguntan, me gustan mucho los cortes rectos que tiene el auto, los aireadores que imitan el diseño de la parrilla frontal, el pliegue marcado del tablero y la sensación de solidez constructiva que hay. Vamos por parte.

El León es impulsado por un motor 1.4 TSI (Turbo, inyección directa) de 150 Hp y 250 Nm de torque, asociado a una caja automática de ocho velocidades con tres modos de manejo: Eco, Normal, Sport e Individual (permite ajustar la sensibilidad de la dirección, la gestión motor/caja y la intensidad de la climatización). Alcanza los 100 km/h en 8,8 segundos.

Comenzando con el motor, la verdad es que estos motores TSI del Grupo VAG son todos muy buenos. Aun con 150 Hp, se siente ágil, despierto, al punto que no es necesario exigirle para sentir un empuje agradable en ciudad: a ratos deja una sensación como de ir manejando un motor ligeramente más grande. La caja de cambios se lleva bien con el motor, sin ser la más rápida, pero logra un buen equilibrio de reacciones con consumo. Y aquí me quiero detener porque el consumo es bueno: en el 3CV homologa entre 14 y 20 km/l (ciudad/carretera) y yo no anduve lejos de esas cifras cuando las evalué de manera independiente en cada circunstancia. Sin embargo, este auto te invita a ir más fuerte que suave. Mi ciclo mixto consistió en un 75% ciudad y 25% carretera, pero los tramos de carretera fueron con un pie pesado y finalmente eso hizo que mi consumo mixto quedara cercano a los 10 km/l, muy lejos de lo homologado. 

En lo personal, a mí siempre me han gustado los autos de SEAT. No sé exactamente las razones técnicas (porque no he visitado la planta de Martorell) o si se trata de una sugestión, pero me parece que hay un poco más de vida en el chasis de cualquier SEAT, versus sus contrapartes del Grupo VAG y esto me ha pasado varias veces. Incluso, en algunos casos, también me toco percibirlo con los autos de Škoda. Los Volkswagen y los Audi siempre me han dejado una sensación clínica, estéril, autos que son muy perfectos y que emocionan poco, que no se despeinan ni con un bache. En el León FR tenemos una suspensión de sensación progresiva, donde en la mayoría de las condiciones vas a sentir un tacto y equilibrio cargado a lo deportivo, pero que cuando lo exiges, deja ver que no es un Cupra, "desordenándose" un poco en los movimientos (los cambios de inercia). Pero, a no confundirse, no es un auto inseguro, se sigue sintiendo aplomado y muy directo en sus maniobras.

El SEAT León es un auto que enamora. Gusta mucho su estilo elegante y bien ejecutado, gusta mucho su posición de manejo y especialmente, por cómo se maneja y como te hace sentir. Se maneja tan bien, que eventualmente, podrías llegar a obviar algunos de sus defectos más importantes, que son la falta de equipamiento por el precio al que se ofrece ($22.490.000 el FR, $20.090.000 el Style). Le lloran los asientos de cuero con reglajes eléctricos, así como algunas asistencias de manejo o un sistema de audio más rico, en fin, cosas que usualmente se asocian a una versión como es la FR. Tampoco me gustó la operación del climatizador y no es un auto familiar. Quizás un Subaru Impreza o un Škoda Scala son más amplios en las plazas de atrás, pero el León, en este momento tiene la ejecución o la ingeniería (si así se le quiere llamar) de un gran auto.

Lástima que llegaron muy poquitos. Deberían seguir llegando hacia el segundo semestre de este año.

Galería de SEAT Leon FR 2022 - Test Drive Ir a la galería

SEAT León 2022 - lo más cerca que estarás del Golf Mk. Viii (Test Drive)