360 Revista: La afición a los deportes a motor y al automovilismo concretamente provino de su padre Pablo Montoya, quien también le dio vida en este sentido con el pasar del tiempo y, pues, desde los cinco años ya compitiendo en karts. ¿Cómo recuerda esos inicios de su vida?, ¿qué fue lo que más le marcó para luego catapultarle a competiciones tanto americanas como europeas?

Juan Pablo Montoya (J.P.M.): Sí, mi papá me introdujo al automovilismo pero mi tío Diego también corría; él estuvo corriendo las 24 horas de Le Mans con Sauber. Mi papá estaba más metido en los karts entonces desde los 7 años empecé a correr karts aunque desde bebé cuando mi papá ganaba me ponía en sus piernas y daba conmigo la fuerza de la victoria. Después de eso empecé a correr carros en Colombia con 17 años, para eso me tocó hacer un curso de Skip Barber (escuela de pilotaje) en EEUU para que me dejaran correr. A partir de eso las cosas se empezaron a dar y me mudé para Inglaterra que en su momento era donde estaban las mejores categorías juniors.

360 Revista: Han pasado muchos años y usted sigue marcando diferencia, sigue dejando huella, ahora con el foco más en su hijo que en su propia carrera que claramente sigue activa. ¿Es usted consciente de esa huella que dejó en Colombia y que sigue marcando?

J.P.M.: Siempre he dicho que nunca corrí para nadie más sino porque quería ganar. Obviamente el apoyo que he recibido de Colombia siempre ha sido muy importante y vivo muy agradecido con el país y me enorgullece poder dejar el nombre de Colombia en alto, sobre todo al principio cuando lo que conocían de Colombia en el mundo no era tan positivo. Ahora sí estamos preparando a Sebastián para que siga mis pasos. La verdad es muy chévere que, aunque tenga doble nacionalidad, él escogió correr por Colombia. Nosotros somos muy colombianos, aunque llevemos muchos años viviendo por fuera.

360 Revista: Ahora, es claro que la carrera de su hijo se debe llevar paso a paso, carrera a carrera, pero ¿qué elementos deben juntarse para que su hijo llegue a la Formula 1, la competencia más afamada y prestigiosa del automovilismo mundial?

J.P.M.: Llegar a Fórmula 1 no solo depende del talento sino también de las oportunidades que haya en el momento. Estamos haciendo todo lo necesario para que Sebastián logre correr F1 y la verdad, nosotros como familia lo apoyamos y creemos en el talento pero también ha logrado llamar la atención de los grandes jefes de la máxima categoría y por eso ahora hace parte de los atletas de Red Bull y hemos tenido llamadas de otros equipos que en su momento lo querían meter en su programa de formación; entonces talento hay y estamos en el camino correcto. Ya el tiempo lo dirá.

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360 Revista: Ha manifestado usted que es el propio entrenador de su hijo, y que deja de lado eso de ser padre cuando se encuentran en el autódromo o kartódromo. ¿Qué consejo o consejos le da usted a Sebastián para que saque su mayor provecho e inteligencia en la pista?

J.P.M.: Lo más importante es que él disfrute y quiera correr, y se lo decimos mucho porque para llegar a Fórmula 1 no es solo talento, requiere muchísimo trabajo dentro y fuera de la pista. Yo le ayudo con el manejo por la experiencia que tengo, solo con ver el carro en pista sé cómo se está comportando y qué debe hacer Sebastián para mejorar.

360 Revista: ¿Cómo describe ese sentimiento, esa sensación, cuando corrió́ con él por primera vez?

J.P.M.: Para mí correr en general es las mejores experiencias del mundo. Cada carro y categoría tiene sus emociones. La verdad cuando uno corre por primera vez en alguna categoría hay sentimiento de miedo, la ansiedad logra apoderarse de uno; sobre todo antes de la largada. Pero una vez ya está en el circuito uno se debe concentrar en hacer lo mejor que puede. Y pues depende del resultado los sentimientos pueden ser muy buenos o frustrantes, pero siempre se debe aprender, mirar qué puede mejorar y a la siguiente.

360 Revista: ¿Cuál es su percepción de esta nueva Fórmula 1?, ¿le gusta esta era?, ¿o qué le agregaría o qué le quitaría para que, quizá, haya mayor paridad o espectáculo?

J.P.M.: Los carros han cambiado mucho desde la época que corrí y ahora. El común denominador es que para uno poder ganar tiene que estar en el mejor equipo, ese siempre ha sido el caso. En mi época el equipo ganador era Ferrari, hace unos años Mercedes era invencible y ahora esta Red Bull. Obviamente el piloto, la experiencia ayuda.

360 Revista: ¿Cómo espera que sea tanto su año 2023 como el de su hijo?

J.P.M.: El paso lógico para Sebastián es pasar a la categoría FIA F3, estamos trabajando en eso. Respecto a mí, creo que voy a correr ELMS con Dragon Speed y enfocarme en Sebastián y Salim Hanna que es otro piloto colombiano que está en karts pero que tiene mucho potencial.

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360 Revista: La afición a los deportes a motor y al automovilismo concretamente provino de su padre Pablo Montoya, quien también le dio vida en este sentido con el pasar del tiempo y, pues, desde los cinco años ya compitiendo en karts. ¿Cómo recuerda esos inicios de su vida?, ¿qué fue lo que más le marcó para luego catapultarle a competiciones tanto americanas como europeas?

Juan Pablo Montoya (J.P.M.): Sí, mi papá me introdujo al automovilismo pero mi tío Diego también corría; él estuvo corriendo las 24 horas de Le Mans con Sauber. Mi papá estaba más metido en los karts entonces desde los 7 años empecé a correr karts aunque desde bebé cuando mi papá ganaba me ponía en sus piernas y daba conmigo la fuerza de la victoria. Después de eso empecé a correr carros en Colombia con 17 años, para eso me tocó hacer un curso de Skip Barber (escuela de pilotaje) en EEUU para que me dejaran correr. A partir de eso las cosas se empezaron a dar y me mudé para Inglaterra que en su momento era donde estaban las mejores categorías juniors.

360 Revista: Han pasado muchos años y usted sigue marcando diferencia, sigue dejando huella, ahora con el foco más en su hijo que en su propia carrera que claramente sigue activa. ¿Es usted consciente de esa huella que dejó en Colombia y que sigue marcando?

J.P.M.: Siempre he dicho que nunca corrí para nadie más sino porque quería ganar. Obviamente el apoyo que he recibido de Colombia siempre ha sido muy importante y vivo muy agradecido con el país y me enorgullece poder dejar el nombre de Colombia en alto, sobre todo al principio cuando lo que conocían de Colombia en el mundo no era tan positivo. Ahora sí estamos preparando a Sebastián para que siga mis pasos. La verdad es muy chévere que, aunque tenga doble nacionalidad, él escogió correr por Colombia. Nosotros somos muy colombianos, aunque llevemos muchos años viviendo por fuera.

360 Revista: Ahora, es claro que la carrera de su hijo se debe llevar paso a paso, carrera a carrera, pero ¿qué elementos deben juntarse para que su hijo llegue a la Formula 1, la competencia más afamada y prestigiosa del automovilismo mundial?

J.P.M.: Llegar a Fórmula 1 no solo depende del talento sino también de las oportunidades que haya en el momento. Estamos haciendo todo lo necesario para que Sebastián logre correr F1 y la verdad, nosotros como familia lo apoyamos y creemos en el talento pero también ha logrado llamar la atención de los grandes jefes de la máxima categoría y por eso ahora hace parte de los atletas de Red Bull y hemos tenido llamadas de otros equipos que en su momento lo querían meter en su programa de formación; entonces talento hay y estamos en el camino correcto. Ya el tiempo lo dirá.

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360 Revista: Ha manifestado usted que es el propio entrenador de su hijo, y que deja de lado eso de ser padre cuando se encuentran en el autódromo o kartódromo. ¿Qué consejo o consejos le da usted a Sebastián para que saque su mayor provecho e inteligencia en la pista?

J.P.M.: Lo más importante es que él disfrute y quiera correr, y se lo decimos mucho porque para llegar a Fórmula 1 no es solo talento, requiere muchísimo trabajo dentro y fuera de la pista. Yo le ayudo con el manejo por la experiencia que tengo, solo con ver el carro en pista sé cómo se está comportando y qué debe hacer Sebastián para mejorar.

360 Revista: ¿Cómo describe ese sentimiento, esa sensación, cuando corrió́ con él por primera vez?

J.P.M.: Para mí correr en general es las mejores experiencias del mundo. Cada carro y categoría tiene sus emociones. La verdad cuando uno corre por primera vez en alguna categoría hay sentimiento de miedo, la ansiedad logra apoderarse de uno; sobre todo antes de la largada. Pero una vez ya está en el circuito uno se debe concentrar en hacer lo mejor que puede. Y pues depende del resultado los sentimientos pueden ser muy buenos o frustrantes, pero siempre se debe aprender, mirar qué puede mejorar y a la siguiente.

360 Revista: ¿Cuál es su percepción de esta nueva Fórmula 1?, ¿le gusta esta era?, ¿o qué le agregaría o qué le quitaría para que, quizá, haya mayor paridad o espectáculo?

J.P.M.: Los carros han cambiado mucho desde la época que corrí y ahora. El común denominador es que para uno poder ganar tiene que estar en el mejor equipo, ese siempre ha sido el caso. En mi época el equipo ganador era Ferrari, hace unos años Mercedes era invencible y ahora esta Red Bull. Obviamente el piloto, la experiencia ayuda.

360 Revista: ¿Cómo espera que sea tanto su año 2023 como el de su hijo?

J.P.M.: El paso lógico para Sebastián es pasar a la categoría FIA F3, estamos trabajando en eso. Respecto a mí, creo que voy a correr ELMS con Dragon Speed y enfocarme en Sebastián y Salim Hanna que es otro piloto colombiano que está en karts pero que tiene mucho potencial.

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