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2023-01-10 18:02:33 By : Ms. Cassie Luo

Si consideramos exclusivamente el mundo de las cifras, es un hecho que el segmento de los vehículos híbridos y eléctricos ha tenido un desempeño más que destacado este año en Colombia, al punto de ser el que más crece en el país. En el más reciente reporte de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), este nicho de vehículos reporta en el acumulado año un total de 25.746 matrículas nuevas, frente a las 15.804 que registró en el mismo periodo del 2021, lo que supone un incremento del 62,9%.

Ahora bien, si ponemos una lupa en las cifras, advertiremos que el grupo de los vehículos eléctricos a batería (BEV) es el que registra el crecimiento más acentuado (178,5%), frente a los híbridos (55,2%) y los híbridos enchufables (PHEV), que reportan un alza del 47%. Quizá por lo anterior es que hemos registrado un arribo importante de modelos 100% eléctricos.

No queremos pecar de negativos, pero también es un hecho que las 3.041 matrículas de BEV nuevos reportadas este año en el país apenas si representan el 1,27% del mercado de vehículos nuevos en Colombia. Pese a ello, la gente se sigue entusiasmando con la llegada de más vehículos 100% eléctricos.

En todo caso, todavía falta mucho (en realidad, muchísimo) apoyo de las autoridades locales y nacionales para avanzar en la implementación de una verdadera red de puntos de carga a nivel nacional, e incluso, mayores estímulos fiscales para que el grueso de las ventas de este segmento no recaiga en los híbridos “sencillos” o mild hybrid (79,4%), sino que la balanza se incline más por los PHEV y los BEV.

Como sea, hoy nuestra invitada de turno, la Hyundai Kona Eléctrica (EV), la presentamos como complemento a una oferta que inició en nuestro país el año pasado su hermana, la Kona Híbrida (que tuvimos oportunidad de probar en su momento), pero que ahora llega renovada, tanto en estética como en recursos y comodidad a bordo; de paso, se convierte en el primer modelo 100% eléctrico que presenta el fabricante en territorio nacional.

Por lo demás, la marca afirma que la llegada de la Kona Eléctrica a Colombia, en una única versión: EV Limited, hace parte de su estrategia global por lograr la neutralidad de carbono para 2045, en procura de favorecer un mundo más sostenible.

Acá el punto de referencia es la propuesta que presentó el modelo en su versión gasolina/electricidad. Un aspecto a favor de la nueva integrante del portafolio es que Hyundai mantiene en la Kona EV la estética moderna, fresca y desenfada con la que sorprendió con su modelo híbrido; lo que hizo ahora fue refinar un poco la propuesta y con ello logró una estética mucho más atlética, que supone un excelente trabajo aerodinámico.

En este caso, se mantienen el concepto de un vehículo con alta línea de cintura, frontal “afilado” y con unidades ópticas divididas; a su vez, este EV se diferencia en que cuenta con un capó un tanto más voluminoso, se clausura la parrilla y queda un frontal más liso; así mismo, se incorporan nuevos faros LED y se calza con rines de 17” (son de 18” en la Limited híbrida), que se cubren con llantas en medida 215/55.

Eso sí, en la parte inferior del conjunto, la toma de aire tiene lamas activas que favorecen la refrigeración de algunos componentes eléctricos y también la aerodinámica. A diferencia de su hermana híbrida, hay menos molduras plásticas en el contorno (por ejemplo, se eliminan en los pasos de ruedas), con lo que reafirma mucho más su compromiso como vehículo urbano.

En cuanto a dimensiones, es 90 milímetros más corta (4.205 mm), igual de ancha (1.800 mm) y apenas cinco milímetros más alta (1.570 mm), que su pariente híbrido. En todo caso, con respecto a otro de los competidores de reciente aparición (como lo es el Chevrolet Bolt EUV), el BEV de Hyundai es 101 mm más corto, 30 mm más angosto y 46 mm más bajo, además tiene 75 milímetros menos de distancia entre ejes que el EV de Chevrolet.

Al igual que el resto del conjunto, el habitáculo de la Kona EV es la reinterpretación de lo que conocimos en la cabina de la versión híbrida; esto significa que los cambios son relativamente menores, siendo lo más evidente la presencia de una consola central un tanto más elevada y con una vistosa cubierta plateada, en la que obviamente no existe el control de cambios tradicional; en su lugar, se incluye un selector de mandos electrónico con botones para la dirección de marcha. Por cierto, esta solución deja espacio adicional bajo la consola central para guardar objetos pequeños; así mismo, en esta área se acomoda la plataforma para carga inalámbrica de celulares.

Como lo dijimos en su momento en la prueba de la versión híbrida, la cabina de la Kona EV luce más tradicional y sobria que la propuesta estética de su carrocería, una característica que comparte con su rival de Chevrolet y que luce muy diferente, por ejemplo, frente a los modernos interiores que ofrecen los modelos EV de fabricantes como BYD.

Además, en el caso del eléctrico de Hyundai, por su precio y orientación, quizás podríamos castigar que los plásticos que se usan, tanto en las cubiertas del tablero como en los paneles internos de las puertas, son más bien duros, pero no desentonan con el acogedor ambiente que se respira puertas adentro.

Al igual que en la versión Limited híbrida, el modelo EV ofrece tapizados en cuero, incluido el timón. Los cinco pasajeros disponen de un área de carga en el baúl de 332 litros (frente a los 462 de la Chevrolet Bolt EUV), que se puede ampliar hasta los 1.114 litros, en caso de abatir los asientos traseros (60/40).

En la Kona EV también se dispone de un nuevo panel de instrumentos digital de 10,25” (en el caso de versión híbrida es de 4,2”, mientras que en el Bolt EUV es de 8”). Un detalle simpático es que la paleta cromática del cuadro de instrumentos cambia en función de los cuatro modos de manejo disponibles: Eco, Ecoplus, Normal y Sport; además, es posible cambiar el aspecto visual de presentación.

En cuanto a la pantalla de 8” del sistema de infoentretenimiento, compatible en forma inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay, y al igual que la de su hermana híbrida, nos parece que se minimiza visualmente, porque la estructura tiene un marco mucho más amplio que el monitor mismo; ello hace que la pantalla de 12,2” de su rival de Chevrolet luzca realmente mucho más impactante. Si bien hay tres puertos de carga (uno de ellos habilitado para los ocupantes traseros), se echa de menos la presencia de un puerto USB tipo C.

Por su parte, el aire acondicionado automático se gestiona en forma independiente y sus controles se ubican justo debajo de las salidas de aire centrales; aquí se destaca la eficiencia del sistema y lo fácil que resulta su gestión, incluso en la oscuridad, gracias a la sutil iluminación que los acompaña.

Otras amenidades a destacar en la Kona EV son los rieles de techo (soportan hasta 80 kilos de carga), el sun roof con accionamiento de un solo toque, el buen reglaje y la comodidad de las sillas delanteras (de cinco ajustes la del conductor y cuatro la su acompañante) y el botón electrónico de parqueo, entre otros. Un detalle simpático es que con la llave inteligente es posible bloquear, desbloquear y arrancar el vehículo de forma remota.

Esta camioneta cuenta con un motor síncrono de imán permanente que tiene una potencia máxima de 100Kw (134 hp) y un torque de 395 Nm, poderío que se entrega al eje delantero. El eléctrico coreano tiene 66 caballos menos que el Bolt EUV, pero lo supera en 35 Nm de torque; esta propuesta supone un carro con poca orientación de velocista; de hecho, los 9,9 segundos que le toma acelerar de 0 a 100 km/h es un registro más bien modesto.

El propulsor de la Kona Eléctrica se alimenta de una batería de iones litio con una capacidad de 39,2 kWh y con ello logra una autonomía de hasta 305 kilómetros, según el ciclo WLTP; obviamente, se trata de una estimación, pues esta variable depende mucho de factores como las condiciones de la vía, el estilo de manejo e incluso de la temperatura ambiente.

Punto a favor del esquema de propulsión es que la batería cuenta con un innovador sistema de gestión térmica, el cual aumenta la eficiencia y su vida útil: en este caso, el acumulador de energía se refrigera con un sistema líquido y también se aprovecha el aire acondicionado del vehículo; cuando se requiere calentarla, se vale de un calefactor eléctrico. Esto se traduce en mejor rendimiento, independiente de la temperatura ambiente del exterior.

Como se ha vuelto norma en los modelos a batería, la Kona también cuenta con sistema de frenado regenerativo inteligente, el cual se regula con las levas situadas en el volante. Basta mantener pulsada la leva izquierda para lograr el máximo nivel de regeneración, el cual es directamente proporcional a la intensidad de frenado. Si bien el vehículo no se detiene por completo con este recurso, hace más amigable la conducción en ciudad.

En cuanto al apartado de seguridad, la Kona EV, al igual que su hermana híbrida, tiene recursos más que suficientes para brindar total tranquilidad en la vía, incluyendo frenos de disco con ABS + EBD + ESC + HAC + TCS y TPMS, seis airbags y un buen repertorio de asistencias de manejo, que ya conocíamos en la versión tope de gama (Limited) de la Kona HEV. Esto implica ayudas como Asistencia de Seguimiento de Carril y las mejoradas Asistencia para Evitar Colisiones en Marcha (con detección de peatones y ahora, también de ciclistas) y el Control Crucero Inteligente, que, en este caso, añade la función de parada y arranque.

La versión eléctrica de este crossover/SUV brinda una dinámica de conducción entusiasta, que se favorece por la buena cuota de torque y ello anima en maniobras de sobrepaso o al enfrentar ascensos exigentes. Obviamente, no se le puede pedir que entregue las emociones de un deportivo, incluso en el modo Sport, y por ello se orienta más a los intereses y expectativas de las familias urbanas, considerando además que no se trata de un vehículo de tracción integral.

Es grato conducirla en autopista o carretera, pues planea con gracia y se siente muy bien plantada en la vía, gracias a que la pesada batería se instala en el piso y al bajo centro de gravedad que ofrece el conjunto. De igual forma, la dirección electroasistida hace muy fluidas las maniobras de cruce, pero no transmite tantas sensaciones del trazado como nos gusta.

Por su parte, el esquema de suspensión (McPherson adelante y multilink atrás) cumple una función muy decente y con buena amortiguación, favorecido además por el equilibrio que aporta el paquete de baterías en el piso, lo que se traduce en una marcha muy balanceada, confortable y silenciosa.

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