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O al menos, así de 'bonito' queda el cárter de tu motor cuando pasas de renovarlo durante casi 100.000 km.

Aunque a muchos repugne y a pocos atraiga, el 'gore' es un género muy asentado en la ficción, sobre todo en el cine, con mil y una películas donde la sangre vertida a chorros está a la orden del día.

Pero para crear una trama de mecánica 'gore' no hace falta contar con un presupuesto millonario, ni con un guionista de renombre, ni siquiera con actores estrella. No. Tan sólo hace falta llevar un coche a los límites más increíbles del descuido, y ya con el tiempo la historia de terror se va montando sola.

Como el buen filón de aventuras increíbles que es, lo que vamos a llamar aquí 'gore mecánico' es actualmente el tema focal de centenares de canales en YouTube, con horas y horas de dolorosos disparates que, para más asombro, suelen llegar por sus propios medios a los talleres de cualquier parte del mundo.

Uno de los canales más prolíficos es 'Just Rolled In', quien en uno de sus recopilatorios nos muestra lo que pasa si dejas el mismo aceite en el motor, sin cambiarlo, durante varias decenas de miles de kilómetros.

En apenas veinte segundos, el vídeo nos muestra el traumático paso por el taller de un supuesto Seat León 1.8 TSI, el cual acudió aquejado de un fallo en el motor que delataba el testigo en el cuadro de instrumentos. El diagnóstico confirmó que dicho fallo se debía a un actuador averiado del mecanismo de alzado de las válvulas.

Sin embargo el mecánico no se conformó con sustituir la pieza y, queriendo inspeccionar mejor la culata y sus conductos de lubricación, descubrió que al quitar el tapón del cárter el aceite salía muy espeso y con demasiada lentitud.

Temiendo haber dado ya con la causa real del fallo, el mecánico desmontó el cárter y se encontró con que el aceite viejo había creado una argamasa negra que colmaba cada espacio del bloque, las bielas y el cigüeñal.

Extrañado por encontrarse un aceite tan deteriorado en un motor con relativamente poco kilometraje, preguntó al dueño del León quien, en su santa inocencia, afirmó que en los 96.560 km que había recorrido con el coche jamás había sustituido este líquido esencial.

A resultas de descuidar este mantenimiento, el aceite presente en el motor pierde con el tiempo sus propiedades de viscosidad, reaccionando químicamente para volverse cada vez más sólido y, con ello, acercando la posibilidad de que alguna parte móvil del propulsor se atasque y colapse.

Así pues, si eres de los que procuran retrasar las revisiones de su coche, al menos esperamos que el vídeo (que merece la pena ver hasta el final, porque no tiene desperdicio) te anime a pensártelo mejor, para que no tengas nunca que verte protagonizando una 'película' de terror como ésta.